El Genocidio en Guatemala:
Un engaño prolongado y
bien intencionado
Un engaño prolongado y
bien intencionado
Analizando el comportamiento del complot
Guatemala, como todo país, cuenta con personas que piensan diferente. Muchos han alegado que por pensar diferente han sido perseguidos, pero en realidad, no ha sido su forma de pensar, sino su forma de actuar la que les ha traído consecuencias.
No hay buenos ni malos frutos, es decir, consecuencias de cualquier forma de pensar, a menos que la forma de pensar se convierta en acciones u omisiones.
Debemos tener cuidado de la forma de pensar que rige nuestras acciones u omisiones. Dice un conocido refrán que: "Juzgamos a los demás por sus acciones y nos juzgamos a nosotros mismos por nuestras intenciones". No hay mejor forma de probar nuestras intenciones que evaluando sensatamente nuestras acciones. Si nuestras acciones son malas, aunque nuestra intención sea buena, deberíamos concluir que nuestras intenciones nos están engañando.
Si recordamos que toda acción tiene una reacción, comprenderemos que las malas acciones tendrán malas consecuencias, pero debemos reconocer que esas malas consecuencias no se deben a nuestra forma de pensar, sino que a las acciones derivadas de nuestra forma de pensar. Muchas veces no somos perseguidos por cómo pensamos, sino por cómo actuamos en función de nuestra forma de pensar.
Por ejemplo de omisión: "Alguien cree que su trabajo es muy pesado y que le pagan mal", entonces, por su forma de pensar, cree justo dejar de hacer el trabajo por el que se supone que le están pagando, y, aunque comprenda que una consecuencia probable de no hacer su trabajo es que pierda su empleo, con una extraña negociación con su propia conciencia, se arriesga, porque cree que si trabaja como esperan los que le pagan, él sería un tonto que se deja explotar. Si le llaman la atención a esta persona porque no hace bien su trabajo, tiene la opción de reconocer que es porque está dejando de hacer su trabajo, pero, también podría creer que es "por su forma de pensar". En Guatemala hay muchas personas que dejan de hacer lo que corresponde y cuando enfrentan las consecuencias, creen que, como no han hecho nada, son consecuencias de su forma de pensar y no de su forma de actuar. Si la persona que piensa que le pagan muy poco por lo que esperan que haga, de hecho, por lo que, al aceptar el empleo, dijo estar de acuerdo, era injusto, hubiera
Por ejemplo de acción: "Alguien cree que los ricos tienen esa condición porque le han robado a los pobres", entonces, cree justo utilizar cualquier medio para repartir esa riqueza a todos los pobres. La buena intención no permite considerar esa acción como "un robo". Quitarle al que tiene para darle al que no tiene, es lo justo y, por la forma de pensar, no tiene caso averiguar y comprender por qué tienen los que tienen y por qué no tienen los que no tienen. En este caso, por su forma de pensar, esta persona actúa para destruir la injusticia que, al parecer, sólo él advierte.
Nuestro presente no está marcado por formas de pensar en el pasado, sino por acciones desarrolladas en el pasado, por lo que debemos conocer detalladamente lo sucedido y las formas de pensar que lo promovieron, para prevenir que las consecuencias negativas que afectan nuestro presente, afecten con mayor gravedad nuestro futuro. No se trata de una cuestión de actualidad, sino de un problema mental que venimos arrastrando desde hace muchos años. El ser humano libra una constante lucha para decidir si el fin justifica los medios o no. Los guatemaltecos, de manera individual, deben decidirlo también y al responder a esa pregunta, sin lugar a dudas, podrán saber de qué lado están: ¿El fin justifica los medios?
Comprendiendo la historia de Guatemala.
Un grupo de guatemaltecos, considerándose:
- Más humanos y mejor intencionados (que los demás guatemaltecos)
- Más inteligentes ( que los demás guatemaltecos)
Advirtieron que Guatemala estaba gobernada, dominada o tomada por un grupo de guatemaltecos que eran:
- Malos y mal intencionados
- Poco inteligentes
Comprendieron que la situación actual de Guatemala se debía a que una gran mayoría era indiferente y era necesario involucrarlos. de la situación y entre esa mayoría de indiferentes, los que eran inteligentes no
Consideraron necesario un cambio en Guatemala para que fuese "más justa" y "más inteligente", precisamente los razgos que advertían en ellos mismos.
Entonces, no era posible que esos malvados comprendieran o aceptaran lo bueno que ellos querían para Guatemala, por eso, si querían que sus buenas intenciones transformaran Guatemala, era necesario actuar con algo en mente: "El fin justifica los medios", y por qué no? Si lo que se pretende es bueno y además es lo más inteligente, llegará un día que "todos", incluyendo a los que se opongan, reconocerán que fue lo mejor. Como consecuencia de esa forma de pensar y de "lo que ellos sabían". Esa era la idea.
Para ese grupo de guatemaltecos habían sólo dos tipos de personas: El grupo de ellos, "los buenos que quieren el bienestar de todos e inteligentes" y los demás, "los malos aprovechados de los demás y tontos", entonces, cualquiera que no pensara como ellos o aprobara sus acciones, necesariamente era del otro grupo.
Quienes forman el grupo de los malos y tontos?
- Los ricos, un poquito inteligentes que se aprovechan de los menos inteligentes para hacerse más ricos.
- Los tontos que se dejan explotar por los ricos y por eso son tontos
Muchos guatemaltecos han sido engañados con buenas intenciones para realizar malas acciones: ¿Es necesario cometer una injusticia para hacer justicia?, ¿Son necesarias las mentiras para promover una verdad?
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